Era lo último que
quería hacer: matar a alguien. Sin embargo, era lo que siempre me dije haría si
fuese agredida. Si, he matado a alguien.
Las cosas no fueron
tan premeditadas. A veces estábamos juntos, es decir, la mayor parte del
tiempo. No siempre lo podía ver a solas, pero fue esa vez que yo lo vi.
El me subestimó, y yo
lo maté.
El dijo palabras de
hielo, y yo lo maté.
Susurró en mi oído,
soplando en mi cuello, que siempre seria así, y yo lo maté.
No tenía opción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario