domingo, 22 de julio de 2012


En el balcón,
Un domingo.
Era el atardecer
Y bebía una copa de vino chileno.
La semana había sido particular:
Compré el primer mueble con mi dinero,
Me invitaron a una cita (que no se concretizo, pero me invitaron, o lo invité, da lo mismo)
Terminé de leer la biografia de Jack Kerouac (el final de cualquier libro me deja triste, sobretodo cuando alguien muere),
Vi el discurso de Parra en el premio Cervantes-
Yo soy el individuo-.
Llegó la encomienda de mi madre:
Cosas que pedí, un chocolate y un kilo de manjar,
Ella sabe que me encantan.
El sábado cumplí una semana de cambio de casa,
Y hoy es mi descanso laboral.
Me dispuse a no hacer nada: mi plan era un anti-plan.
Desperté tarde, medianamente tarde, horario de Brasil,
Comí un desayuno abundante y en compañía,
Hice artesanías: un mueble para la radio
Con una caja de cartón.
No porque sea pobre, necesariamente,
Sino porque me gusta crear.
Almorcé delicioso y con etiqueta,
Ya me acostumbre a tomar el tenedor con la mano izquierda
¿comer sin cuchillo? ¡Ni pensarlo!.
Vi una película de Woody Allen,
Uno de mis más recientes amores
Y si, comprendí que todo vale, que todo puede suceder.
Entonces me vine a meditar al balcón,
Mi nuevo rincón,
Con mi note,
Mi copa de vino
Y mis orquídeas agonizantes.
Y estoy aquí, en el ocaso,
Esforzándome para ver con claridad:
la despedida del sol y mi miopía me dificultan la tarea.
Pienso en mi vida,
En mi más de ¼ de siglo de vida,
En los aciertos y errores,
En mis convicciones,
Las de otrora, las actuales,
En las mezcla de ambas,
En el stand by,
En el paréntesis existencial,
En la copa de árbol rosada que veo a lo lejos,
Desde las alturas, y no porque esté drogada, necesariamente.
La prosa escribe para el lado,
El verso escribe para abajo,
Ya lo decía don Nicanor.
Entre sorbo y sorbo de vino,
Recuerdo a mi padre,
El mejor de todos,
Y pienso en cuan estúpidos son los adolescentes.
Mi espalda comienza  a doler,
Claro, estoy sentada en el suelo,
A lo hippie,
Y si; también porque no tengo cojines suficientes.
El ocaso se ha ido, que pena,
Junto con el oscuro de mi copa.
Las luces de los autos se haces más brillantes,
Pero la temperatura continua la misma.
Enciendo la luz,
Mejor.

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