LA LAMPARA DE SAL
LA LIBERTAD DE LOS ARTÍCULOS V/S PRONOMBRES POSESIVOS
momento. Y mientras la observaba, sus gigantes
granos me susurraban “una”, “una”.
Fue entonces que la vi en su totalidad, como un objeto completamente “otro”,
sin el pronombre “mi”. Y al ver “una lámpara de sal” y no “mi lámpara de sal”,
se mostró más hermosa y clara: era una simple lámpara que estaba en la mesa de
centro de la casa que habito (Honguito para los amigos).
¡Es tan liberador carecer del pronombre posesivo! Hace que
la proximidad sea más verdadera, más pura y clara, más real: si nada es mío,
puedo disfrutar de todo lo que está en este momento o lugar. No existen
diferencias. Si no hay deseo o posesión, nos liberamos del sufrimientos, dicen los budistas. Como la palabra crea realidad, me resulta propicio y agradable verbalizarme solo en artículos definidos e indefinidos. Mejor. Sin propiedad privada.
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